Historia
Alerce, La Otra Música, sello discográfico independiente chileno, fue fundado en 1976 por el locutor radial y periodista, Osvaldo Larrea, cuyo seudónimo era Ricardo García, y lo impulsó con dos objetivos fundamentales: apoyar a los artistas que mantenían vigente el folklore y el canto urbano y reeditar la música prohibida por la dictadura militar.
El comunicador que se inició como disc-jokey en el programa Discomanía de Radio Minería, fue promotor de la canción popular, acumulando en su historial varios hitos de los 40 últimos años de la canción chilena. Creó el Festival de Viña, el primer festival de la Nueva Canción Chilena y tuvo un rol fundamental en la factura y desarrollo de la Nueva Ola.
Luego del Golpe de Estado en Chile, identificado públicamente con la Unidad Popular, fue vetado de todos los medios y sin contar con trabajo en radio asistió a la desaparición por decreto del movimiento musical al que tanto había contribuido. Entonces eligió una batalla que podía pelear y creó la empresa fonográfica Alerce, La Otra Música, que comenzó a funcionar en 1976.
Al instaurarse un régimen de terror que obligó a la quema de libros y destrucción de discos y matrices que incluían obras musicales de diferentes contenidos, el mundo cultural chileno entró en un período de gran oscuridad. En ese contexto, Alerce tuvo la labor de rescatar “La Memoria de un Pueblo”, los valores culturales importantes y mantener la actividad iniciada por una generación nueva que veía truncados sus esfuerzos creativos.
Alerce aparece cuando en el panorama fonográfico se advertían serios anuncios de crisis y se planteaba como un instrumento para registrar y difundir hechos artístico-culturales que conservó como un testimonio. Consideraba el disco como un medio de comunicación masivo, única alternativa frente a los otros medios, totalmente cerrados para toda expresión que tratara de afirmar una escala de valores diferente a la oficial.
Es necesario destacar que Alerce en la actualidad actúa más como organismo cultural que como una “empresa cultural”, donde el producto adquiere un significado extra musical, al menos en la primera etapa del sello. Durante años Alerce ha entregado una música rica en contenidos diversos, rica en expresiones que corresponden simplemente a una realidad cultural.
La labor inicial de recuperación histórica fue seguida con trabajos de investigación y difusión folklórica, grabaciones de carácter didáctico, música tradicional y cantautores, dándoles la posibilidad hasta entonces difícil de acceder al mundo fonográfico. A lo largo de tiempo, logramos la ampliación del catálogo con la inclusión de intérpretes de otras latitudes, hasta incorporar repertorios de carácter más masivo que con su venta permiten financiar la producción local de nuevos talentos.
En el presente la labor de Alerce continúa y está en manos de Viviana Larrea y Mónica Larrea, hijas de Ricardo García, para mantener viva esta historia inspirada por los objetivos y valores de su fundador.
Los invitamos a visitar nuestra tienda donde ofrecemos toda la discografía que disfrutaron las antiguas generaciones, pero también autores que deben conocer los jóvenes, ya que es música que forma parte del patrimonio cultural de Chile.